Conspiracy theory

Noto, con mucho gusto, que una discreta cantidad de los visitantes que llega a este blog lo hace a través de búsquedas sobre las teorías acerca de la Antártida y sus misterios (parte I, parte II, parte III, parte IV). Obviamente, al decir esto no estoy cayendo en inmodestias, en cuanto me he limitado a exponer hipótesis presentadas por otros autores; lo que sí me produce un sincero placer es que haya podido contribuir en pequeña medida a difundir esas ideas, tan maltratadas por el establishment histórico y arqueológico.

Debe ser mi tendencia a atacar todo tipo de instituciones que proclaman tener el dominio sobre las verdades de este mundo (y a veces, también del otro). Debe ser que nunca tomo nada por seguro, ni por completamente verdadero hasta no haberlo analizado detenidamente o haber escuchado tesis alternativas. Pero la verdad, me es difícil escapar a la tentación de pensar que alguien, en algún lugar, realiza oscuras maniobras para ocultarnos la verdad.

El problema de fondo es que tengo muchas preguntas sin respuesta por parte de los supuestos sabios:

• Por qué nadie toma en cuenta las pruebas geológicas de erosión pluvial en la Esfinge para retrodatar su fecha de creación?
• Por qué nadie explica fehacientemente por qué no se encuentran los restos del eslabón perdido entre el Homo Sapiens y el Hombre de Cro Magnon, ahora que sabemos que el Neanderthal no era tal cosa?
• Por qué, partiendo de las teorías de Gavin Menzies acerca de los viajes efectuados por flotas chinas alrededor del mundo en 1421, cien años antes de Magallanes, no se realizan estudios detallados sobre esa posibilidad, en lugar de atacar las minucias de su libro?
• Por qué no se termina de aclarar cómo Cristobal Colón acertó perfectamente las rutas de ida y vuelta entre España y América, obteniendo en ambos casos los mejores vientos, si nadie había hecho ese recorrido antes?
• Por qué no se explica exactamente qué hacían los Templarios en Jerusalén excavando debajo de los restos del Templo de Salomón en el siglo XII?
• Por qué nadie va a Axum, en Etiopía, a verificar si realmente se custodia allí el Arca del Alianza, como asegura Graham Hancock, con lujo de evidencias, en The sign and the seal?
• Por qué, sabiendo el interés de Hitler hacia lo paranormal y lo misterioso, no hay un sólo estudio acerca de lo que buscaban sus exploradores en la colonia antártica nazi de Neuschwabenland?
• Por qué todavía no se acepta que grandes complejos monumentales como las Pirámides de Gizeh, Angkor Wat, Tiwanaku, etc tienen, en sus planos arquitectónicos, referencias inequivocables a al XI milenio a.C.?
• Por qué todas las teorías formales acerca de la construcción de las Pirámides resultan siendo risibles?
• Por qué cuando se habla de influencias externas sobre el desarrollo de civilizaciones se termina dirigiendo el tema hacia el eurocentrismo o los extraterrestres, a fin de desacreditar teorías válidas sobre la Atlántida?
• Por qué se sigue pensando que los asesinatos de Lincoln, los Kennedy, John Lennon, etc, fueron siempre obra de un sólo asesino loco?
  
• Por qué ésta página, con todo su detalle, no termina de asegurarme que los eventos del 11 de Setiembre no contaron con algún apoyo silencioso de las altas esferas?
• Por qué el hombre no volvió a la Luna? O mejor, el hombre llegó en algún momento a la Luna?
• Por qué no puedo convencerme que la cara de Marte y las formas piramidales que la rodean son sólo juegos de luces y sombras?

Viendo esta reducida lista (se me ocurren decenas y decenas de casos adicionales), lo primero que me viene a la cabeza es que varios de esos puntos requieren como mínimo un post independiente. Más allá de mi interés como blogger, lo que queda claro es que por un lado hay demasiadas preguntas que no reciben ninguna respuesta convincente por parte de los estudiosos, y por el otro hay muchas respuestas decepcionantes que lo único que consiguen es levantar más preguntas.

Últimamente Joseph Ratzinger ha dicho que la Ciencia no dá todas las respuestas, y por primera y espero única vez estoy completamente de acuerdo con él. Lo que nos separa es que él piensa que la Ciencia no puede dar esas respuestas, mientras que yo digo que algunas ramas del saber están dominadas por un pensamiento conservador que, con tal de no ver destruidas las certezas bajo las cuales vive hace siglos, no quiere buscar soluciones a ciertas interrogantes. Y al hacer así, terminan por ser asimilables a aquellos fundamentalistas que, aún frente a las evidencias de que su dios no creó al mundo en 6 días, insisten con prohibir la presencia de Darwin en los colegios.

Lo que impulsa la investigación científica es justamente el ansia del descubrimiento, la búsqueda de explicaciones, la necesidad de cerrar los gaps del conocimiento. Cuando aparece una mancha en una tela blanca, se debe investigar quién la hizo, con qué, por qué, y no tratar de lavarla o decir que esa mancha es una ilusión óptica; esta es la actitud que gran parte de quienes estudian nuestro pasado asumen frente a las inquietudes que surgen de investigaciones independientes. O acaso descubrir que los egipcios construyeron las pirámides trabajando con planos, herramientas y ubicaciones preexistentes los disminuye? Por Zeus, en absoluto! Me cae mejor un Kheops que decide llevar a cabo un plan milenario, y lo logra a la perfección, que uno dominado por la egolatría al punto de llevar a la muerte a sus propios súbditos con tal de tener una montaña de piedra sobre su sarcófago. Es justamente mi respeto a la civilización del Nilo la que me impide creer que los faraones eran unos megalómanos sádicos que querían grandes tumbas monumentales, casualmente de forma piramidal, casualmente alineadas con los puntos cardinales, casualmente con ángulos y lados exactos al milímetro, casualmente con un ratio entre perímetro y altura igual a pi, casualmente situadas a los 30°N. Todo por casualidad, y sin un sólo rastro de idea de por qué lo hicieron.

No nos hemos liberado del oscurantismo gracias a Copérnico, Galileo, Darwin, para caer en las manos de Zahi Hawass, Mark Lehner, y otros defensores de los paradigmas históricos más absurdos y justamente por eso más difundidos y enseñados al público de a pie.

Es hora de contraatacar y dejar que se haga la luz sobre los misterios del pasado. No podemos dejar que ellos ganen.