Siempre hay algún enfermo (o inteligente) productor musical que se las arregla para juntar dos enormes estrellas al ápice de su éxito, darles una canción más o menos pegajosa, sentarse en su sillón reclinable de cuero con masajes incluidos, y esperar que empiecen a llover los dólares. Paul McCartney & Stevie Wonder, el mismo Macca con Michael Jackson, George Michael & Elton John... aunque quizás en este caso los antecedentes directos sean Whitney Houston + Mariah Carey con When you believe (por nivel de popularidad de las involucradas) y Brandy + Monica con The boy is mine (por onda de la canción). Aunque no llega a los niveles excelsos del último ejemplo, no hay que desmerecer esta producción. Especialmente por los golpes de cadera a repetición.
No hay comentarios:
Publicar un comentario