
Han pasado 4 días desde los
Oscars. Lo sé, debo como mínimo la review de
Slumdog Millionaire (en cualquier momento la posteo), pero me parecía más adecuado soltar algunas ideas sobre la ceremonia. Fue algo tan distinto a lo que estábamos acostumbrados (?) que merece un trato especial.
No puedo evitar echarme flores
por mis predicciones,
una vez más, aunque este año hubo tal sequía de sorpresas que todo el mundo puede exhibir altos porcentajes de éxito. En mi caso, 17 aciertos de 19 (89.5%) y con uno de los errores debido a la necia necesidad de buscar el golpe a sorpresa (
Davis vs.
Cruz en actriz de reparto); el otro, la victoria de
Okuribito como película extranjera, bueno, eso no lo vio venir nadie.
Mal comune mezzo gaudio... y no, no hablo del
tenista (?). Mi crítico visitante necesita empaparse más con los (discutibles) gustos de la Academy, pero así hemos empezado todos... y en algún momento nos damos cuenta que en mejor vestuario
Australia nunca le va a ganar a
The duchess.
Pasando al análisis de la ceremonia en sí, tuvo sus altibajos, con puntos muy altos y absolutamente bienvenidos y puntos muy flacos y dignos de toda reprobación.Empecemos con las buenas noticias.
Lo bueno
1. Hugh Jackman: tenía la sensación de que podía hacer un buen papel, había leído críticas muy positivas de su paso por los Tony, pero no me esperaba tal grado de competencia escénica. Baile, canto, toques de comedia, y sobre todo (y aquí es mérito del guión) presencia mesurada. Al eliminar la necesidad de tener a alguien constantemente en el palco se redujo algunos minutos de ceremonia. Algo que alabo. Los dos mejores chistes de su presentación estuvieron relacionados con su Australia nativa: el primero, indicando como requisito para ser nominado este año el actuar en papeles extranjeros, como
Kate Winslet, una inglesa haciendo de alemana en
The reader, o
Robert Downey Jr., un gringo haciendo de australiano que hace de
negro en
Tropic thunder... mientras que el pobre
Hughie, australiano haciendo de australiano en una película llamada
Australia, tiene que acontentarse de presentar los premios; el segundo, realmente delicioso, anunciando los grandes recortes que debían darse en los presupuestos de las películas, debido a la crisis económica, y que lo llevarían en próximo año, a actuar en una película llamada
New Zealand.
2. El escenario: gran idea acercar al público, tanto en distancia como en altura, al punto que los premiados parecían estar al alcance de la mano de las primeras filas. Efecto conseguido con pocos toques: quitar la fosa de la orquesta (reposicionándola a un costado), ampliar la superficie del stage en dirección al público, reducir su elevación. Hasta creo que deben haber ahorrado dinero con eso.
3. El esquema de las premiaciones: agrupar los premios en grandes paquetes temáticos fue un golazo. Se redujo el número de presentadores entrando y saliendo del escenario, se mantuvo un ritmo excelente a lo largo de buena parte del show, se permitió dar variedad a los sets mientras se seguía un hilo lógico para toda la audiencia. Claro, la necesidad de hilvanar a los premios actorales a lo largo de la noche redefinió un poco el orden, pero la idea no está nada mal.
4. La introducción a los Oscars a mejor guión: me refiero tanto al dúo
Fey-
Martin, que deberían repetir todos los años y en cada premio que exista (gran ida y vuelta entre los dos, incluyendo el conclusivo
don't fall in love with me!) como al tema, ya visto hace un par de premiaciones, de tener el texto escrito (y leído!) junto a una secuencia de la película nominada.
7. El silbido de Mr. Winslet: cuando todos pensábamos que Kate estaba camino al infarto, respiración pesada y taquicardia incluida, terminó generando el momento que quedará en la historia de estos premios. Agradeciendo a sus padres, a los que no ubicaba en el escenario, pidió que su
daddy le silbara para poder verlo... y el inefable progenitor respondió a la altura de las circunstancias. Alucinante.
Lo malo
1. La alfombra roja: hay gente cada vez más incompetente ahí... no es posible que se mande a alguien que pregunte quién es la
date de cada actor... cuando son sus esposas!!!
Gosh!
3. El In Memoriam: quien haya sido responsable de ese momento debe ser radiado del
showbiz ahora mismo. Tener a una cantante de las dimensiones de
Queen Latifah frente al ecran: mal. No cortar nunca a las imágenes en
full screen: mal. Tener cámaras flotantes a lo largo de todo el escenario, impidiendo leer lo que habían en la pantalla e incluso descifrar los rostros que desfilaban: mal. Un bodrio total.
4. Los montajes de resumen del año: si hay algo que detesto en los Oscars aún más que los números musicales, son los videos que no tienen nada que ver con lo que está sucediendo. Recuerdo haber visto en el pasado homenajes a los
westerns, al cine bélico, hasta a la comida en el cine (??), pero este año se quitaron la careta y soltaron algo así como media docena de clips. Parecía spot de HBO y para colmo con inclusiones risibles (
Clone Wars en los Oscars?????). Creo que debería haber a lo mucho UN clip por ceremonia, y no necesariamente
de películas (lo que hizo Errol Morris
en un par de ediciones pasadas fue brillante): en fin de cuentas vemos bastantes escenas de las nominadas, no?
Think again... 5. La falta de escenas de las nominadas: claro, con tanto montaje, habrán sentido que había que tener menos imágenes... resultado: no vimos nada o casi de los 20 mejores actores del año (entre protagonistas y de reparto) en acción. Y en otras categorías, fue un par de milisegundos, algunos frames sueltos. Lo que se celebra en estos eventos son las películas nominadas, no los musicales o los montajes de comedias del año (?). Mientras más escenas en la pantalla, mejor.
6. El mix de las canciones nominadas: esto es algo que siempre me deja perplejo, porque ahí están los momentos musicales taaaaaaan indispensables, al parecer, en estos premios, y lo mejor que se le ocurre a los organizadores es reducirlos a un puré irreconocible...
Peter Gabriel tenía razón, fue una vergüenza. Igualmente la dirección durante ese momento fue por lo menos discutible. Para la próxima: repartir las canciones a lo largo de la ceremonia, tener a sus cantantes originales en el palco y preparar un clip de la película para proyectar en el escenario. Pido mucho?
7. La duración del evento: 3 horas y medio (más 30 minutos de alfombra roja) sigue siendo demasiado, y eso que se trató de ir en la dirección correcta en muchos puntos. Propuestas constructivas: 1. Eliminar montajes y musicals que no vienen al caso; 2. Reducir las presentaciones de los mejores actores a unos 40-45 segundos; 3. Juntar aún más categorías en bloques (y para no aburrirse, tener a lo mejor 3 o 4 presentadores juntos y no sólo 2), por ejemplo colocando el obligatorio segmento de los
Tech awards junto a los Oscars de efectos; 4. Eliminar la media hora de
red carpet (redistribuyendo esos minutos), pasando eventualmente algunos segundos de eso antes de ir a comerciales; 5. Reducir la presencia del host a una presentación inicial, y dejar que el show lo hagan los presentadores de los premios (
Will Smith hizo algo parecido).
Lo maomeno (?)
1. El número musical inicial: positiva la idea (sets y
props dignos de teatro infantil, por culpa de la crisis), grandes performances de
Jackman y una es-pec-ta-cu-lar (?)
Anne Hathaway (qué voz!), algunos momentos brillantes (hacer
The reader con música euroindustrial ochentera... no tiene precio); pero terminó sintiéndose muy largo por la necesidad de presentar secuencias película por película. Y todos queríamos ver ya los premios.
2. El agradecimiento de Penélope Cruz: se la notaba emocionadísima, y con razón, pero tener el papelito con la lista de compras, perdón, de nombres, terminó matando el momento. Y no agradeció a
Bardem: punto en contra (incluso si estuvieran en problemas o peleados,
noblesse oblige).
3. Las premiaciones a los actores: excelente el concepto de traer a ganadores pasados para introducir a los nominados, incluyendo la espera para ver quién aparecía después, pero la ejecución terminó siendo discutible, con gente que estaba ahí por (evidente) compromiso y
full teleprompter mode; las mismas introducciones terminaron siendo demasiado largas y en muchos casos oleaginosas. Consejos para la próxima: reducir el palabreo (ver como hacen en los
SAGs al inicio del show) y asignar a cada nominado algún actor que tenga que ver con él, ya sea por ser su ídolo o por haber actuado juntos en una cinta; este año, por ejemplo, creo que el único caso fue
De Niro-
Penn (
We're no angels, del '89). Sería extraordinario y extremadamente emotivo... y si algo le gusta a la gente, es ver suspirar a los famosos (ver la reacción de Hathaway a las palabras de
Shirley McLaine).
4.La presentación de las nominaciones a mejor banda sonora: buena idea tener a la orquesta en el palco, mala reducirla a pocos segundos y sin tener de fondo alguna escena de la película.
5. La elección de los presentadores de premios: ya hablamos de algunos que resaltaron positivamente, pero hubo también cosas bastante malas.
Pattinson &
Seyfried (respetables actores al inicio de sus carreras, pero auténticos zombies en el palco).
Alicia Keys (cantante increíble, pero aquí un trabalenguas continuo).
Rogen, Franco &
Kaminski (fue intencional el colocarlos a premiar un Oscar donde habían títulos ilegibles?). El universo de actores en Hollywood daba para una elección mucho más afinada: tal vez si se implementara una especie de co-conducción por segmentos como la que decía antes (necesitándose así gente despierta, carismática y ágil de mente) se tendría algo más parejo.
6. El premio a Heath Ledger: se especulaba de todo, que iría
Chris Nolan, que iría la pequeña hija, que iría el padre... al final subieron los papás y la hermana del difunto, y dentro de la emotividad del momento (muy buena elección de cámaras, captando ojos rojos y varias lágrimas de las estrellas en la platea) sus palabras sonaron sinceras pero sin mucho gancho mélo, y no hubo un momento para el recuerdo, como se esperaba. Fue todo un poco anticlimático.
7. La ceremonia en general: pocas sorpresas en los premios (diría yo una sola, y para colmo en una categoría externa y extranjera), aciertos y fallas tanto en la ideación como en la ejecución, un buen host, pocos momentos memorables. Pero lo bueno es haber iniciado un camino de cambio.