No puedo evitar echarme flores por mis predicciones, una vez más, aunque este año hubo tal sequía de sorpresas que todo el mundo puede exhibir altos porcentajes de éxito. En mi caso, 17 aciertos de 19 (89.5%) y con uno de los errores debido a la necia necesidad de buscar el golpe a sorpresa (Davis vs. Cruz en actriz de reparto); el otro, la victoria de Okuribito como película extranjera, bueno, eso no lo vio venir nadie. Mal comune mezzo gaudio... y no, no hablo del tenista (?). Mi crítico visitante necesita empaparse más con los (discutibles) gustos de la Academy, pero así hemos empezado todos... y en algún momento nos damos cuenta que en mejor vestuario Australia nunca le va a ganar a The duchess.
Pasando al análisis de la ceremonia en sí, tuvo sus altibajos, con puntos muy altos y absolutamente bienvenidos y puntos muy flacos y dignos de toda reprobación.Empecemos con las buenas noticias.
Lo bueno
3. El esquema de las premiaciones: agrupar los premios en grandes paquetes temáticos fue un golazo. Se redujo el número de presentadores entrando y saliendo del escenario, se mantuvo un ritmo excelente a lo largo de buena parte del show, se permitió dar variedad a los sets mientras se seguía un hilo lógico para toda la audiencia. Claro, la necesidad de hilvanar a los premios actorales a lo largo de la noche redefinió un poco el orden, pero la idea no está nada mal.
5. Las participaciones de Jack Black y Ben Stiller: el primero, disparando a sus empleadores de Dreamworks, al anunciar que todo lo que ganaba en sus películas lo multiplicaba apostándole a las cintas de Pixar a la hora de los Oscars, y festejando el triunfo de Wall-E sobre... Kung fu panda!; el segundo, con una imitación perfecta y disacrante de Joaquin Phoenix, ca. febrero 2009.
7. El silbido de Mr. Winslet: cuando todos pensábamos que Kate estaba camino al infarto, respiración pesada y taquicardia incluida, terminó generando el momento que quedará en la historia de estos premios. Agradeciendo a sus padres, a los que no ubicaba en el escenario, pidió que su daddy le silbara para poder verlo... y el inefable progenitor respondió a la altura de las circunstancias. Alucinante.
Lo malo
2. El musical en celebración de los musicals: no llegué a ver la mano del gran Baz Luhrmann en esto. Me esperaba escenarios y vestuarios de antología (un trademark personal, cfr. el final de Moulin Rouge!), pero recibimos el enésimo collage soso y con Beyonce en el medio (basta ya!), los jovencitos de HSM y Mamma Mia! pasaron desapercibidos, duró demasiado (como todo número musical en los Oscars) y la expresión del mismo Baz al final no parecía del todo satisfecha... o sea...
4. Los montajes de resumen del año: si hay algo que detesto en los Oscars aún más que los números musicales, son los videos que no tienen nada que ver con lo que está sucediendo. Recuerdo haber visto en el pasado homenajes a los westerns, al cine bélico, hasta a la comida en el cine (??), pero este año se quitaron la careta y soltaron algo así como media docena de clips. Parecía spot de HBO y para colmo con inclusiones risibles (Clone Wars en los Oscars?????). Creo que debería haber a lo mucho UN clip por ceremonia, y no necesariamente de películas (lo que hizo Errol Morris en un par de ediciones pasadas fue brillante): en fin de cuentas vemos bastantes escenas de las nominadas, no? Think again...
5. La falta de escenas de las nominadas: claro, con tanto montaje, habrán sentido que había que tener menos imágenes... resultado: no vimos nada o casi de los 20 mejores actores del año (entre protagonistas y de reparto) en acción. Y en otras categorías, fue un par de milisegundos, algunos frames sueltos. Lo que se celebra en estos eventos son las películas nominadas, no los musicales o los montajes de comedias del año (?). Mientras más escenas en la pantalla, mejor.
7. La duración del evento: 3 horas y medio (más 30 minutos de alfombra roja) sigue siendo demasiado, y eso que se trató de ir en la dirección correcta en muchos puntos. Propuestas constructivas: 1. Eliminar montajes y musicals que no vienen al caso; 2. Reducir las presentaciones de los mejores actores a unos 40-45 segundos; 3. Juntar aún más categorías en bloques (y para no aburrirse, tener a lo mejor 3 o 4 presentadores juntos y no sólo 2), por ejemplo colocando el obligatorio segmento de los Tech awards junto a los Oscars de efectos; 4. Eliminar la media hora de red carpet (redistribuyendo esos minutos), pasando eventualmente algunos segundos de eso antes de ir a comerciales; 5. Reducir la presencia del host a una presentación inicial, y dejar que el show lo hagan los presentadores de los premios (Will Smith hizo algo parecido).
Lo maomeno (?)
2. El agradecimiento de Penélope Cruz: se la notaba emocionadísima, y con razón, pero tener el papelito con la lista de compras, perdón, de nombres, terminó matando el momento. Y no agradeció a Bardem: punto en contra (incluso si estuvieran en problemas o peleados, noblesse oblige).
4.La presentación de las nominaciones a mejor banda sonora: buena idea tener a la orquesta en el palco, mala reducirla a pocos segundos y sin tener de fondo alguna escena de la película.
7. La ceremonia en general: pocas sorpresas en los premios (diría yo una sola, y para colmo en una categoría externa y extranjera), aciertos y fallas tanto en la ideación como en la ejecución, un buen host, pocos momentos memorables. Pero lo bueno es haber iniciado un camino de cambio.
3 comentarios:
Jeje, estoy bastante de acuerdo en la mayoría de las opiniones, yo tengo mi crítica a medias desde el lunes pasado, pero a estas alturas y con la cantidad de cosas que hacer que tengo, me da una pereza bastante considerable terminarla, a ver si esta semana... si no me parece que va ir por entregas...
Enough con los puntos interrogativos entre parentesis!! Ya parecen Beyonce en los Oscars! jajaja Yo quiero ver la ceremonia!!! En algun sitio està en streaming o algo asi?
Debe haber en algún lado, pero aconsejaría buscar en youtube sólo los momentos mejores, uno por uno... y hace un gran collage.
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