Hay instantes que pueden cambiar la vida de un ser humano; hay eventos que determinan el futuro de naciones enteras. Pero en algunos casos una minucia interfiere en el desarrollo del plan mejor diseñado y cambia el rumbo de la Historia. Como en el caso de Valkyrie.
El 21 de julio de 1944, en los Cuarteles de la Wehrmacht en Berlín, era fusilado Claus Philipp Maria Schenk Graf von Stauffenberg, coronel del Ejército Alemán y miembro de la aristocracia bávara más selecta, siendo descendiente de una familia que remontaba su linaje condal al siglo XIII. Con él morían su aide de camp, teniente Werner von Haeften, el general Friedrich Olbricht y el coronel Albrecht Mertz von Quirnheim, pero sobre todo se cerraba una de las páginas más desconocidas y a la vez fascinantes de la Segunda Guerra Mundial: el atentado a Hitler en la misma Wolfsschanze, la Guarida del Lobo, su centro de mando en Prusia Oriental.
Von Stauffenberg representa el clásico ejemplo del militar prusiano que adhirió al nazismo desde su vertiente nacionalista, aún aborreciendo gran parte de su carga ideológica y racista. Bien educado, estudioso de Literatura, se alistó en un regimiento de caballería que formó parte de la invasión de los Sudetes y posteriormente de la campaña de Polonia. Su desempeño en el frente occidental le valió posteriormente la Cruz de Hierro, siendo al poco tiempo transferido al Comando Conjunto de las fuerzas alemanas. Aquí, trabajando en estrecho contacto con sectores del ejército contrarios a Hitler, tuvo conocimiento de las atrocidades cometidas en los territorios del este contra judíos, polacos y rusos. A través de sus hermanos, miembros de la Resistencia alemana, entró en contacto con importantes personalidades de dicho movimiento, que más tarde colaborarían en el fallido ataque al Führer.
Sin embargo, el desembarco aliado en África Noroccidental, cuyo objetivo era aniquilar los Afrikakorps de Rommel, llevó a que von Stauffenberg, ascendido a Teniente Coronel, fuera asignado a la 10° Panzerdivision en Túnez. Durante un vuelo de reconocimiento en ese frente su avión fue abatido, provocándole heridas gravísimas y una hospitalización de tres meses. Salvó la vida, pero perdió el ojo izquierdo, la mano derecha y dos dedos de la izquierda; sin embargo, su profunda fuerza de voluntad lo llevó, por ejemplo, a aprender hacer el nudo de la corbata con los tres dedos restantes.
Devuelto a Berlín y ascendido a Coronel, fue destinado al comando de las tropas territoriales bajo el general Olbricht. La coyuntura bélica en ese momento era tal que amplios sectores de la Wehrmacht deseaban la conclusión inmediata de la guerra, y entendían que la única manera era quitando del medio al principal instigador de ésta. Luego de meses de planificación y aprovechando que von Stauffenberg participaba en las reuniones del Comando Conjunto en Rastenburg, se decidió proceder con la Operación Valkyrie.
El primer ataque sería directo al corazón del problema, con el asesinato de Hitler, pero el plan preveía sucesivamente un coup d'etat en plena regla, con arrestos masivos de los más fanáticos seguidores del Führer y la toma de los centros de decisión y poder del Reich, a través de las redes tendidas por la Resistencia dentro de las instituciones nazis. Pocos días después, el nuevo gobierno alemán solicitaría el armisticio con los Aliados y la URSS, llevando de esa manera la guerra a su pronta conclusión.
El 20 de julio de 1944, von Stauffenberg se dirigió a la reunión en la Wolfsschanze llevando su maletín de mano. Dentro del mismo, un artefacto explosivo había sido armado por el coronel utilizando precisamente la destreza adquirida en los tres dedos que le quedaban. Una vez llegado a la sala de reuniones, procedió a colocarlo cerca al lugar en el que se habría sentado Hitler; luego, pidiendo disculpas, puesto que debía atender una llamada desde Berlín, abandonó el lugar, esperando en un escondite cercano el momento de la explosión.
Ésta fue tan contundente, que pareció no dejar dudas sobre su éxito. De inmediato la maquinaria insurgente se puso en marcha, mientras von Stauffenberg y el teniente von Haeften volaban en un Heinkel camino a la capital. Al llegar se enteraron de lo que parecía imposible: Hitler había sobrevivido. Uno de los participantes a la reunión, al sentirse fastidiado por la presencia del maletín, lo había pateado a una cierta distancia, alejándolo del líder nazi; la explosión de la bomba, al extremo opuesto de una pesada mesa de conferencias, hizo que ésta se volteara encima del Führer, protegiéndolo de una muerte segura.
En pocas horas el motín fue debelado y la mayoría de los participantes fueron arrestados y sentenciados a muerte por el general Friedrich Fromm, que había sido miembro de la conspiración pero esperaba eliminar las huellas de su participación a través del sangre de sus antiguos socios. Sin embargo, luego del fusilamiento de von Stauffenberg, tuvo la mala idea de dirigirse a las oficinas de Joseph Goebbels para atribuirse el éxito obtenido contra los rebeldes, sin saber que ya se había detectado su doble juego, por lo que fue inmediatamente arrestado.
En los siguientes días, más de cinco mil personas fueron arrestadas y 200 fueron ejecutadas, entre ellas un hermano de von Stauffenberg. La Resistencia contra Hitler resultó prácticamente aniquilada y nunca pudo reponerse e intentar nuevamente salvar al Reich del inminente desastre. Fue así que millones y millones de personas más tuvieron que morir antes que Alemania al fin se rindiera.
El año adicional de combates permitió que la URSS ocupara Europa del Este, preludio de su dominio a través del Pacto de Varsovia; asimismo, dio tiempo para que se concluyera satisfactoriamente el Proyecto Manhattan y para que Truman asumiera el poder en Estados Unidos, luego de la muerte de Roosevelt, gestándose así las bases para los ataques nucleares a Hiroshima y Nagasaki. La Guerra Fría, el muro de Berlín, la carrera nuclear, todo habría tomado otro rumbo.
La Operación Valkyrie y von Stauffenberg intentaron cambiar el destino de una guerra. Su fracaso determinó el nacimiento de un nuevo orden mundial.
7 comentarios:
dejame decirte que la mesa de roble que pesaba mas de 1 tonelada practicamente se desintegro con la explicion, la maleta que contenia uno de los artefactos explosivos servible, fue movida por unos de los hombres del alto mando aleman, que vio un maletin extraño cerca del fhürer, del medio metro de distancia fue movido a unos 2 metros de hitler, colocado justo a los pies de uno de los generales, en el momento de la explosion se encontraba un hombre grabando, la mesa y el techo se "evaporaron", pero no hubo ningun muerto, ni el general que estaba justo al lado de la bomba, que por supuesto quedo gravemente herido, ni el camarografo que estaba a unos 2 metros del maletin, hitler solo tuvo un corte en la frente y luego de unos momentos dijo: "ven,somos indestructibles"
dios me encanta la historia de hitler
te encanta como mato a los judios, nazi de mierd@a
Acabo de ver la pelicula , y la verdad no es tan buena filmograficamente pero lo realmente destcable es la trama y una frase que realmente es el alma de la pelicula "que sepan que no fuimos iguales allos" no dejar en el olvido a esas personas aun mas valerosas que los americanos y aliados que lucharon con la muerte en sus narices y no solo da vida de ellos sino la de todos sus familiares y amigos...una eterna admiracion a ellos...JI@N.der Xcavie.Bolivia
vean la pelicula defiance.
Es triste que a pesar de que muchos miembros de su ejercito estaban en desacuerdo con todas las atrocidades ninguno tuvo la valentia de Claus....
O que por causas inexplicables este señor lograra salir con bien de todos los intentos de la misma resistencia...
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