Después de la larguísima pausa invernal, vuelve finalmente la Champions League. Por suerte, porque este año casi todos los campeonatos nacionales más importantes están demostrando una mediocridad total; en algunos el título ya está prácticamente asignado, aún faltando meses para la última fecha (Italia, Francia), en otros (España, Alemania) hay 4-5 equipos que pelean a pocos puntos de distancia, pero más por su propia mediocridad, haciéndose derrotar a veces por el colero del campeonato, que por su valor intrínseco. Pero la Champions es otra cosa. El sistema de play-offs combina la regularidad a lo largo del tiempo con la capacidad de definir en los momentos decisivos. No es una casualidad que sea el mismo modelo que se emplea en todas las grandes manifestaciones futbolísticas a nivel mundial... salvo en los campeonatos nacionales (con exóticas excepciones, como México).
Actualmente, los campeonatos "grandes" tienen 20 equipos y duran, por lo tanto, 38 fechas. A parte, las Copas nacionales agregan a los equipos de primera división entre 6 y 10 partidos adicionales, lo que nos da un total de 44 - 48 fechas hábiles. Es demasiado, como ya se ha determinado por parte de la FIFA. Lo que se debería hacer, en el largo plazo, es eliminar las Copas nacionales, reducir el número de equipos por campeonato a 16 (como sugiere la FIFA) y subdividir la temporada en una regular season y los play offs.
En la primera, tendríamos 30 fechas (15 de ida, 15 de vuelta); luego, en base a los resultados, los ocho primeros entrarían en la lucha por el título en un fixture predeterminado, según el modelo tenístico y con partidos de ida y vuelta, a través de cuartos de final, semifinales, finales, lo que nos daría 5 o 6 fechas adicionales, dependiendo si la final es única o en dos partidos. Igualmente, los últimos cuatro entrarían a un playout con cuatro equipos de segunda división para determinar los ascensos. De esta manera, no se superarían las 36 fechas, dejando mucho más espacio para las selecciones nacionales; por otra parte, prácticamente todos los equipos estarían involucrados a muerte hasta la última fecha de la regular season, a diferencia de lo que sucede ahora, donde, de 20 equipos, 6-7 luchan por la Champions y la UEFA, y 5-6 por no descender. Los otros 8-9 pasan los últimos dos meses mirando los partidos en la tv, o casi.
Pero estas son simples fantasías. Los derechos pagados por la emisión de los partidos son unan fuente de ingresos cada vez más determinante para los equipos, por lo que más bien se está yendo hacia un aumento despropositado de los partidos a jugarse, con los efectos deletereos sobre la calidad de los torneos, como estamos experimentando en esta temporada.
Regresando a la Champions: los partidos de las últimas semanas han empezado a sembrar dudas sobre el resultado final de estos cuartos de final. Vamos a pasar en reseña los cuatro emparejamientos y ver qué es lo que puede suceder.
- PSV Eindhoven - Liverpool: cuando los holandeses eliminaron al Arsenal, se encontraban en un pico de juego notable, dominando también en su campeonato con amplia ventaja sobre el Ajax, pero a partir de ese momento el bajón ha sido notorio, y ya no puede dedicarse exclusivamente al torneo continental. Por otra parte, el Liverpool viene de eliminar a los campeones del Barcelona y, para variar, ya está fuera de los juegos en la Premier League, por lo que su único objetivo es la Champions; como si no bastara, tienen la ventaja de jugar en casa el partido decisivo. La única manera que tiene el PSV de pasar es ganando sin goles en contra el primer partido, para obligar a los ingleses a salir con todo en el retorno. Complicado. PSV: 25%; Liverpool: 75%.
- Milan - Bayern: clásico ejemplo de como varían los momentos en el fútbol. Antes de los octavos de final, este emparejamiento estaba definido. El Milan venía con el empuje generado en la liga italiana, donde escaló posiciones de manera vertiginosa, recuperando los puntos de penalización que le asignaron; el Bayern navegaba en una crisis de identidad que llevó a la salida de Magath. Pero luego han logrado eliminar al Real Madrid y, este fin de semana, derrotar al puntero de la Bundesliga, el Schalke 04; mientras que los milaneses primero sufrieron lo indecible para dar cuenta del modesto Celtic Glasgow, y después perdieron el derby con el Inter, frenando su carrera hacia la Champions. Así, de golpe, la eliminatoria está más pareja que nunca. El Bayern tiene el segundo partido en casa, el Milan más calidad y sabe como jugar estos partidos. Milan: 55%; Bayern: 45%.
- Roma - Manchester United: aquí si no veo muchas posibilidades de sorpresa. El Manchester ha sido, por casi toda la temporada, el mejor equipo de Europa y cuenta con un Cristiano Ronaldo imparable y (milagrosamente) goleador; la Roma se arrastra penosamente a 20 puntos del Inter en la liga italiana, aún sin penalizaciones. Claro, eliminaron al Olympique Lyon, pero aprovecharon el empate sin goles del primer partido; va a ser difícil lograr mantener el arco en cero contra Rooney y compañía. Roma: 20%; Manchester United: 80%.
- Chelsea - Valencia: partido equilibrado entre dos equipos poco espectaculares y atentos a la fase defensiva, pero muy irregulares durante la temporada. El Valencia ha demostrado saber jugar perfectamente al contragolpe de visita, pero tiene jugadores importantes sancionados por la tangana frente al Inter; mientras que el Chelsea cuenta con un Drogba intratable y un Shevchenko que normalmente se despierta en Champions más o menos a estas alturas. Si el Chelsea gana el partido de ida, la cosa está hecha, porque el Valencia es incapaz de construir juego. Chelsea 65% - Valencia 35%.
1 comentario:
No es para vanagloriarme, pero en este primer post acerté los 4 que pasaban el turno... no debería haber hecho un pronóstico corregido luego de los partidos de ida...
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