Este tipo se trae algo. Ya no me queda duda al respecto luego de Grace Kelly, su primer hit, cargado de reminiscencias de Freddie Mercury (por la voz) y de Rossini (la estructura del chorus es una evidente variación de Largo al factotum, de El barbero de Sevilla), y más aún después de escuchar esta intrigante composición de sound ochentero, muy cercana a Cutting Crew o Modern Talking. Mika tiene un dominio melódico y vocal suficiente para mantenerlo en la cresta de la ola por un buen tiempo... mientras no se aleje de la frescura típicamente pop que ha exhibido en sus primeros éxitos. Esa es la clave.
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