martes, 6 de febrero de 2007

Deadline

Odio los plazos perentorios.
Odio los horarios predefinidos.
Odio hacer por obligación lo que me encanta hacer en libertad.

Pero no me queda de otra. Me han dado tiempo hasta fin de mes para concluir mi primera novela.

Estoy entrando al tercer y último acto de la historia, por lo que creo tener buenas probabilidades de lograr cerrar todo a tiempo. Pero, de golpe, en lugar de escribir 3 o 4 páginas por día (o mejor dicho, por noche), estoy llegando a las 15, 16, hasta 18 páginas. Lo que significa exprimir el cerebro 5 o 6 horas cada noche, entre un partido de Gunbound y algún momento de reposo.

Me siento como una extraña especie de esclavo voluntario. Quiero acabar la novela, es verdad. También es cierto que deseo que llegue a ser leída y evaluada, por lo que tengo que cumplir con el plazo establecido, no matter what.

Pero antes escribía feliz, dejando que la inspiración surgiera sola. Ahora he tenido que abrir una fábrica post industrial de ideas, en función las 24 horas del día, consumiendo toda la energía posible que encuentre en mi materia gris.

Sólo espero que valga la pena.

Y si no, siempre tendremos París.



2 comentarios:

Anónimo dijo...

Bueno, bueno, bueno. Esta, que es? la enésima?? creo que todavía tengo por aqui aquellos bocetos/sinopsis de alguna que me enviaste hace muchos años. A ver si va la vencida. Ya sabes para quien será el primer ejemplar, verdad?
Bicos

Claudius dijo...

1. Este es el draft número x de una de las novelas.
2. No recuerdo si llegué a enviarte la sinopsis de esta (es posible), pero por razones de derechos no puedo hacer ninguna referencia aquí.
3. He prometido tantos primeros ejemplares, que de hecho el tuyo será uno de ellos, jejeje

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Y los incautos a la fecha son...