domingo, 4 de enero de 2009

Nuevo

2009. Un año más que mueve sus primeros pasos, cobijado por el calor asfixiante de estos días y cargado de esperanzas y expectativas... como todos los que lo antecedieron. La esperanza es lo último que quedó en la caja de Pandora, algo así como el borde crujiente de una pizza, la pasta de tomate que sobrevive a un plato de spaghetti, el fondillo azucarado que queda en una taza de café: un pequeño detalle sorpresivo, inesperado, excepcional, que llega cuando crees haber terminado con todo lo que habías estado buscando.

Y si es así, es evidente que consideramos a cada año nuevo como una extensión de lo que ya sucedió, de lo que ya vivimos, en una secuencia ininterrumpida de días y noches que sólo el periplo de nuestro planeta alrededor del sol y las convenciones sociales deciden particionar entre el 31 de diciembre y el primero de enero. Por lo tanto, es necesario empezar por el final y estudiar bien que pasó en los 365+1 días que, para los anales, quedarán registrados como el 2008.

Así que sin más, paso a consideración la reseña del top 5 de Protagonistas (con P mayúscula) del año que ha pasado.

5. Blu-ray
Al fin se acabó la guerra de los formatos de alta definición, que amenazaba con tirarse abajo el futuro de la industria del home entertainment, y los bolsillos de los fanáticos como yo. Como siempre pensé, el ganador fue el bebé de Sony, pero la dinámica con la que se dieron los hechos no fue la que esperaba. Mi teoría era que un éxito descomunal de la Playstation 3 sería el pontón de desembarco ideal para el rayo azul (?) en las casas de todo el mundo: pero al parecer por ahí no fue la cosa, porque la consola no fue el bombazo que creíamos, el Wii se la llevó puesta (?), y aún hoy el mercado está algo incierto en cuanto a su mayor o menor éxito.

Pero la clave estuvo en el transfuguismo descarado de los estudios de Hollywood que apoyaban al HD-DVD, que se lanzaron a los brazos (y los yenes) de Sony de un día a otro y en rápida escalada; en una semana o poco más se había cerrado la batalla, la guerra, el enfrentamiento, hasta el mínimo indicio de duda. Toshiba, nice try, sigue intentando (?). Habemus formatum: ahora hay que ver cuanto jugo le sacan antes que los downloads se lo coman vivo.

4. El deporte español

Como es notorio, siempre he criticado la insoportable tendencia ibérica de inflar a sus exponentes deportivos a niveles estratosféricos, para luego buscar mil excusas al tener que enfrentar constantes y sucesivos fracasos: que el árbitro, que la lluvia, que la política, que la prensa... la verdad, excluyendo fenómenos muy puntuales (Indurain, por ejemplo), éxitos obtenidos de local y por lo tanto a tomar con cierto margen (Euro '64 y Barcelona '92) y los triunfos de equipos de fútbol copados de estrellas extranjeras, España nunca fue una verdadera potencia mundial; a lo mucho, una honorable segunda fila en ámbito europeo.

Pero poco a poco, la acumulación de talentos ha llegado a un nivel de saturación insospechado y vastísimo, que este año ya ha rozado lo alucinante, si hasta su selección de fútbol ha conseguido superar su etiqueta de eterna promesa... y eso que uno de los genios más puros, Alonso, no ha tenido los medios para ser competitivo. Pero Nadal, Gasol, todos los deportes de equipo, la Davis, el ciclismo... ha sido un dominio aplastante. Cuando se tirarán abajo a los chinos del ping pong? Sólo el tiempo lo podrá decir; aunque me imagino que los (patéticos) diarios deportivos españoles ya deben estar buscando a su nuevo y desechable candidato.

3. Las películas de superhéroes

The dark knight (530 M $) llegó a un tiro de piedra del récord de recaudación all time de Titanic, dejándonos una interpretación inolvidable y oscarizable de Heath Ledger y, finalmente, una adaptación seria de un comic. Ironman (318 M $) devolvió a las plateas a un Robert Downey Jr. finísimo y finalmente en grado de dejar de lado sus problemas personales y convertirse en la estrella que nunca tuvo que dejar de ser, además de constituir el mejor primer capítulo de una franquicia desde Spiderman, dándose el lujo de dejar atrás en el ranking anual al esperadísimo retorno de Indy. Hancock (227 M $), aún constituyendo un film fallido en muchos aspectos, recaudó el doble de lo que esperaban sus fans más acérrimos y dio una interesante vuelta de tuerca al género (al menos en su primera mitad... los últimos 40-45 minutos son olvidables). The incredible Hulk relanzó una franquicia que Ang Lee había dejado en coma, y Hellboy II demostró que Guillermo del Toro tiene la palette necesaria para hacer magia en The hobbit.

En marzo, disputas legales permitiendo, Watchmen, probablemente el mejor comic de todos los tiempos, llega a la pantalla. En ese momento sabremos si el 2008 fue un genial disparo al cielo o el punto de quiebre definitivo que se necesitaba para dar credibilidad y reconocimiento a un filón muchas veces ninguneado por la crítica.

2. La crisis.

En cualquier otro año, ésta ganaba y con amplio margen. Todos sabían que las cosas iban mal, todos vieron como empeoraba, nadie hizo lo necesario en su momento, nadie sabe como vamos a salir del atolladero. Bancos de inversión paradigmáticos se han hecho humo, junto con millones, billones, trillones de dólares, la recesión amenaza al planeta, no hay confianza en el sistema, Madoff puso su cuota (?), y ahora a juntar pan para mayo... y en junio qué se hace? Una herencia indeseable más de Bush, que por suerte ya se va.

Por eso y muchas cosas más...

1. Obama

Cualquier otra opción hubiera resultado ridícula. Es que su surgimiento, afirmación y triunfo en las elecciones presidenciales USA representa una auspiciosa novedad para todo el mundo. Y no, no me refiero al tema racial, que francamente me parece sobredimensionado considerando que Mr. O no es el clásico afroamericano ni por origen ni por crianza. Pero tener en el sillón más poderoso del mundo a alguien inteligente, educado, deportivo, capaz de hilvanar sus ideas sin recurrir a muletillas aburridas, es todo un (notorio) avance. Carter era inseguro, Reagan un cowboy irreflexivo, Bush Sr. soso y simplón, Clinton pícaro y demasiado avezado, y Bush Jr. ... mejor ni empezar. Tal vez si Al Gore hubiera ganado hace ocho años hubieramos tenido un precedente asimilable, por no hablar de un mundo mejor, pero en la vida real Obama es el primero.

Sin ánimo de ponerme pesado con mis credenciales de áugur (ya suficientemente probadas en el pasado), quiero resaltar que cuando lo oí hablar en la convención democrática durante la campaña de Kerry anuncié que el chico tenía futuro, y en un raptus de locura, afirmé que era el primer negro realmente presidenciable que había conocido. Creo que me espera una carrera de talent scout en partidos políticos...


En el próximo capítulo, top 5 de mi vida en el 2008...

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Y los incautos a la fecha son...