jueves, 17 de abril de 2008

I'm easy (like sunday morning)

No lo puedo creer, pero la mañana está casi totalmente despejada, laboralmente hablando. El tiempo libre, ese misterioso desconocido de los últimos meses, ha vuelto a reaparecer por mi escritorio, los espacios blancos de la agenda se han apoderado del día, los bostezos frente a la pantalla se han multiplicado. Tanta bellezza, ¿será verdadera?

No quiero desperdiciar esta hora de aire fuera de la celda de los memos, los informes, los reportes, las reuniones, las coordinaciones, los seguimientos. Así que me voy a despachar con un post al mejor estilo omnibus, en la doble acepción de 1. medio en el que se amontonan demasiados individuos cuales sardinas enlatadas y 2. mensaje dirigido al público en general. Sí, porque, en un alarde de desfachatada demagogia, este es un artículo donde se habla de todo y para todos. Y por supuesto, serán pensamientos en total libertad (?) y sin censura (??).


I. La oficina y la chica fácil

No, no es lo que piensan. No me refiero a secretarias dispuestas a todo por un aumento, ni a asistentes con vistoso y apretado décolleté, que también las hay y muchas, pero serían tema de un estudio sociológico más que de una reflexión blogística (?). Es algo que se me ocurrió hace unas semanas, cuando una extraña conjunción de eventos y astros me llevó a tener que decidir mi futuro laboral inmediato en un par de días. Por una parte podía partecipar, con buenas posibilidades de hacerla, a una selección para un puesto de traductor/secretario/asistente contable en el instituto cultural de una embajada extranjera; por otra, estaba a la espera de la aprobación en Washington de un proyecto con financiamiento externo, para el cual me habían convocado como consultor; y quedaban en la cartera las dos opciones de toda la vida, es decir seguir en lo que hago (y, cordialmente, odio) o cortar por lo sano y dedicarme 24/7 a escribir, mi sueño desde que era un prepúber (?).

Como es lógico, al final me decanté por la respuesta C (?), o sea seguir donde estoy. Me han caído críticas bastante fuertes y ciertamente bien sustentadas por parte de mi familia, de amigos, de (semides)conocidos y, si los perros hablaran, probablemente alguno me hubiera ladrado su oposición a lo que hice. Hace un par de días tuve que repetir una vez más mi razonamiento a una amiga que no veía hace años y recién se enteraba del asunto, así que en una transfiguración de lo más hereje me disfracé de Mesías y solté una parábola bien puttanesca, pero terriblemente exacta. Como dicen los libros de primaria (?), a saber:

Al protagonista del cuento (que no es samaritano, ni hijo pródigo, ni buen pastor, ni nada) se le plantea decidir con cuál de las 4 mujeres por las que siente algo tiene que comprometerse, de una vez. Hay que entenderlo, el hombre es un playboy de polendas y polentas, pero ya es hora de que siente cabeza. Así que entren las candidatas.

La primera (el trabajo actual) es la tipa con la que anda ahora. La chica tiene una fama de redomada meretriz (?), no tiene ningún interés común con nuestro héroe, es más, lo trata mal cada vez que puede; pero también es cierto que se conocen hace mucho tiempo, que forman parte de la misma compañía de amigotes y, sobre todo, que la nena se entrega a los placeres carnales con frecuencia y calidad envidiable.

La segunda (el empleo como traductor etc. etc.) es una chica más bien insípida, aburridona, diría yo hasta depresiva, pero más fiel que un San Bernardo y con un círculo de amistades de un nivel cultural nada despreciable. Claro que, en cuanto al chuculún (?), las puertas se abren a lo mucho una vez al mes. O menos. O algo así, ya me entienden (?).

La tercera (el proyecto made in USA) es una rubia con los pantalones bien puestos, discretamente ninfómana, que se transferirá a la ciudad del chico por un par de años, y que luego podría llevarlo con ella a su hometown, idea que el pobre aborrece, o presentarle a alguna de sus primas, tan primorosas como ella. Pequeño inconveniente: ella nunca le dijo si sentía algún tipo de simpatía especial hacia él.

La cuarta (la literatura) es el alma gemela del prota. Se conocen hace siglos pero, salvo un escaraceo amoroso de pocos días, nunca han estado juntos. Se llevan de maravilla, y nuestro sujeto tiene claro que es la mujer de su vida. Ahora bien, la señorita tiene unos principios morales muy católicos y está empeñada en mantenerse virgen hasta el matrimonio.

Mister X duda. Si fuera un querubín asexuado, no hay duda que eligiría a la bachelorette n. 4. Pero no lo es, y su relación con la primera de la lista lo ha acostumbrado a una cierta frecuencia amatorial... y perder eso por una relación que nunca ha sido puesta a prueba y podría fracasar antes del ansiado esponsal y la consiguiente noche de bodas, o el descubrir en la misma que la amada es un freezer, son ideas que lo turban sobremanera. El cerebro y las gónadas le dicen que esa chica ha esperado todos estos años, sigue siendo su buena amiga, es un excelente backup o en todo caso un notable prospecto para cuando el sexo no sea tan importante. Así que ya tenemos una menos en el partidor.

La beautiful stranger es un salto al vacío. Por más fuerrrrte que esté, ¿vale la pena dejar el pájaro en mano (qué mal suena eso, por cierto) por uno de los cientos volando en el cielo? En absoluto. Mejor esperar y ver qué pasa. Y haciendo un flash forward maldito, al final fue mejor porque la chica se regresó a su ciudad de un día al otro, por una emergencia no mejor explicada. Next!

Todo queda entre la slutty girlfriend y la ratoncita de biblioteca (?), entre el cansancio por una relación que satisface el ego erótico del protagonista pero hiere su alma (comentario profundo) y una liaison aburrida como la muerte pero definitivamente menos dañina a su autoestima. Mumble, mumble. En ese momento el chico recuerda que aún es joven, el tiempo vuela, el viagra todavía no es necesario, carpe diem, y decide que su espíritu todavía aguanta algunos golpes más, a cambio de seguir gozando como un cerdo en el lodo por un tiempo adicional. Fin.

Creo que la parábola se autoexplica, sólo cambien el sexo por el dinero y tienen una paráfrasis directa, evidente, clarísima (?). Y la moraleja... será para otra vez.


II. La mujer de negro, el polvo y el club social

Ha causado un enorme revuelo el affaire Leguizamón. Para los (pocos) que no saben qué es eso, un resumen por rito abreviado: un futbolista extranjero de medio pelo es expulsado por una árbitro (o un árbitro mujer, o una árbitra, como prefieran) y, al atravesar el túnel de los vestuarios, camino a la ducha, declara que la evidente incapacidad de la jueza, causal de una tarjeta roja injustificada, se debe al hecho que ella no tuvo relaciones sexuales satisfactorias antes del partido. O sea, en sus palabras, a esa no se la cogieron bien en la mañana, le falta un buen polvo. O sea, en palabras de un amigo, malcachada (?).

Se vino el diluvio, el aluvión, el vendaval, el huayco. Las asociaciones feministas o en todo caso de defensa de los derechos de las mujeres (que son dos cosas distintas) piden la cabeza sangrante del pelotero. No se habla de otra cosa por diez días. Se exige una pena ejemplar. Algunos periodistas y ex futbolistas expresan su oposición al arbitraje femenino en partidos masculinos. Un compañero del agresor verbal (?) dice que no le gustan las mujeres en ambientes recargados de testosterona (se aceptan traducciones). El jefe del gremio arbitral pide, como desagravio, que se haga dirigir el partido más importante del año a la víctima. El país se divide. El extranjero pide disculpas, pero de paso dice que el fútbol local es un vertedero, digno de la república bananera en el cual se desarrolla. El equipo en el que juega, de propiedad de una universidad privada preocupada por su imagen, cuyo dueño es (aunque suene increíble) el Ministro de Educación, decide dar una señal fuerte y expulsa al jugador. La árbitro aprueba, sus defensores/as también, la opinión pública ídem.

Contemporáneamente, o quizás unos días antes, hay otro caso más o menos relacionado, pero que se pierde entre todo el humo provocado por el escándalo del polvo pre-match. El Presidente de la República, nada menos, decreta que los clubes sociales de exclusiva afiliación masculina deben abrir sus puertas a la otra mitad del mundo. Gritos de júbilo por parte de las ONGs. Gritos en el cielo por parte de los socios de los clubes. Debates candentes de constitucionalistas sobre la primacía entre el rechazo a la discriminación y el derecho a la libre asociación.

Todo esto me alarma. Mucho. Porque siento que estamos entrando en una fase de enorme confusión de principios, donde las feministas defienden posiciones más machistas que el Papa (ooops, el dicho no era así...), energúmenos hipertestosterónicos (?) exigen la igualdad de los sexos y, en el entretiempo, los políticos toquetean libertades fundamentales del ser humano. En resumen, un despelote. Para no ser menos, lanzo mis opiniones al respecto, que a diferencia del resto del post, son más impopulares que la reducción del sueldo mínimo (?).

Creo que no hay mejor muestra de que las mujeres han ganado los mismos derechos que los hombres que ver a una de ellas dirigiendo un partido de fútbol, rodeada por 22 atletas acelerados y unos miles de cavernícolas en las tribunas. Ahora bien, igualdad por igualdad, no hay una razón por la cual esa valerosa tenga que recibir un trato distinto al de sus colegas testodotados (?). Si a ellos los putea la hinchada, pues que ella también se coma los insultos; si los jugadores atacan cada cinco segundos a las madres de los men in black, no veo por qué se espera que la situación sea distinta con la miss. Las declaraciones de Leguizamón no están mal por ser dirigidas a una mujer; están mal porque está mal expresarse como un primitivo, sea a quien sea. ¿Por qué no se expulsa de la actividad a todo futbolista que le desee a un juez de línea la más dolorosa sodomización (algo que, me consta, sucede cada 5 minutos)? ¿O es que no hay igualdad?

Me dicen que es inelegante atacar a una dama en su esfera privada, íntima, sexual. Estoy de acuerdo, pero generalizando el punto: es inelegante atacar a todo ser humano en su esfera privada, íntima, sexual. Lo que no me parece es que, teniendo derechos iguales, se consideren de forma distinta esas inelegancias: estamos frente a un tipo de discriminación tan obvio como prohibir que las mujeres jueguen fútbol. La señorita afectada, cuando decidió incursionar en un trabajo que notoriamente expone a actitudes de un cierto tipo, sabía a lo que se metía, o eso espero; y si no fue así, es decir si se esperaba un trato distinto al de sus colegas masculinos, cometió un error dictado por rezagos del gran prejuicio machista, que a muchas mujeres les resulta muy, pero muy cómodo: ser el sexo débil. ¿En qué quedamos? No entiendo. O mejor dicho, lo entiendo muy bien.

El tema de los clubs es fascinante, especialmente para alguien como yo que, por principio, aborrezco el intervencionismo del Estado en todas sus vertientes socialistonas. Prohibir la existencia del club de Toby es una torpeza mayúscula, puesto que implica meter la nariz en asociaciones privadas. De este paso, mañana se prohibe vestirse de rojo, pasado prohiben comer pollo, en un mes prohiben dormir boca abajo.

¿Está mal que haya clubes que sólo aceptan socios hombres? Pues tan mal como que haya clubes que sólo aceptan miembros que compartan la misma religión, o nacionalidad, o afición a un artista. Es decir: ¿a quién le importa? En lugar de prohibir su existencia, que se salude la creación de clubes con criterios de afiliación más abiertos; pero publicar un decreto que se mete con estamentos definidos por un grupo de personas, en su total libertad de asociación, es un disparate. No creo que a un judío se le ocurriría reclamar ante el Estado porque no lo dejan inscribirse al Club Árabe. Ni un ateo (como yo) pediría al Presidente, al Parlamento, a algún Juzgado, que lo dejen ingresar al Opus Dei. Si a uno no le gustan las reglas de un grupo o no comparte sus principios, no intenta colarse en él. Que cree un nuevo grupo que se rija como le gusta, y ya está.

Si estos son los problemas del país...


III. DECAdencia

Simple reflexión que hacía con mi hermano hace un tiempo: ¿hace cuanto tiempo Madonna no saca una canción realmente memorable? Si tengo que lanzarme, diría que desde la publicación de Ray of light, 1998. Esto es, diez años exactos.

Pocos minutos de discusión después, el panorama se había alargado sin control, pensando en grandes estrellas de los ochentas y noventas que se encuentran en situaciones similares, o peores, que reseño rápidamente a continuación (no incluyo grupos que se hayan separado).

Mariah Carey: I still believe, en #1s, 1998.
Michael Jackson: Scream, en HIStory, 1995.
Bruce Springsteen: Secret garden, en Greatest hits, 1995.
Phil Collins: Another day in paradise, en ...but seriously, 1989.

Pero ojo, el aspecto más negativo no es que estos cantantes o grupos no hayan podido reeditar sus mejores tiempos desde hace más de una década. Es que en estos años no han surgido alternativas pop tan válidas como fueron ellos en su tiempo. Beyonce? Justin? Avril? Kanye? I don't think so...


IV. El ídolo

Aviso para los navegantes, que en este caso son los que no se han enganchado a la séptima temporada de American Idol: David Cook, uno de los participantes, es de otro planeta. Consigan como sea (por ejemplo, aquí) los mp3 de sus versiones de Hello, Eleanor Rigby, Billie Jean, Little sparrow y Always be my baby. Luego díganme si no es lo menos americanidolizante que hayan escuchado. En lo que me respecta, espero con ansias la publicación de su disco. Que gane la competencia es lo de menos.


V. Je ne parle pas anglais

Mi canción preferida de los últimos tiempos es sin ninguna duda Can't speak french de Girls aloud. Es demasiado adictiva. Pero hay un pero, y es su versión en francés, titulada, poco imaginativamente, Je ne parle pas français. Sí, como lo leen: una canción en francés donde se afirma que no se conoce el idioma. Bastaba un mínimo de imaginación para dar la vuelta a la tortilla. ¿Por qué no decir que no se habla el inglés? Hubiera sido un twist mucho más coherente y que no requería modificar métrica ni rimas (français y anglais suenan igual). Un punto menos a los autores.

viernes, 4 de abril de 2008

Abril '08

Como se deduce por el título, estoy bajando un poco la autocelebración típica de los posts de resumen mensual; pero como se infiere de las tags, eso no quiere decir que la elimine del todo... simplemente, como en una buena relación sentimental, primero se cuentan los días, luego las semanas, luego los meses, y pasado el primer año ya es hora de cambiar unidad de medida.

Otro cambio visible: el ránking mensual va como imagen de apertura del post; antes dobleteaba con el número correspondiente al mes celebrado. Me facilita la diagramación y me recorta tiempo de búsqueda de imágenes. Todo sea en aras de la mayor eficiencia en el posteo.

Update de cifras generales: empezando la semana, pasamos las 22 mil visitas y 36 mil páginas visitadas; el mes de marzo fue el mes más visitado all time, con 4 076 visitas y 6 150 páginas (el anterior récord era de Octubre '07, con 3 858 y 6 027); y la larguísima secuencia de días con más de 100 visitas duró al fin entre el 15/2 y el 14/3 (29 días, como todo el mes de febrero).

Volviendo a los resultados post a post, Ne-Yo - Because of you y Bon Jovi - Always superaron, como me imaginaba, al ex líder del ránking, 30 seconds to Mars - From yesterday, y se perfilan para superar las mil visitas durante este mes; aunque es imposible que logren siquiera acercarse a Hilary Duff - Stranger, que acumula un nuevo e increíble record coleccionando 690 visitas en un mes (!!!) y pasando en total las 1 800. Salvo sorpresas inauditas, este póker de posts seguirá dominando la escena, porque el quinto en cuestión (Chain reaction, que en su época fue el boom del blog) está prácticamente detenido, y los demás no llegan ni a las 500 visitas.

Tengo que confesar que todavía me sorprende que un sitio tan descuidado por su creador y único articulista tenga resultados tan buenos a lo largo del tiempo. Pensaba que antes o después los videos, que cumplen una función notable como ancla de visitas, pasarían de moda, al igual que las modelos de algunos otros posts. Y si bien esto último parece verificarse, lo primero no, al contrario: tengo videos de casi un año de antigüedad que siguen atrayendo visitantes como si fuera el primer día. Pero lo mejor es ver que 5 de los primeros 20 posts por número de visitas son artículos serios (2 de la serie de la Antártida, 2012, Valkyrie y Catch up) que consiguen un flujo más o menos constante mes a mes. Esos son los resultados que me generan más orgullo.

En cuanto a mi situación personal, seguimos en la misma, repleto de trabajo y con poco tiempo para todo el resto. Aproveché los feriados de Semana Santa para celebrar mi cumpleaños en la playa, lejos del stress; planeaba contar mis peripecias beachboyseras (?) en un larguísimo post, pero no se pudo. Lo único literariamente productivo que surgió en el viaje fueron un par de capítulos de una (enésima) nueva novela, nombre en código Insensitive, escritos en las noches de ida y vuelta en autobus. Con ésta y Oblivion todavía por iniciar, más el indispensable segundo draft de mi primera obra, tengo más trabajo acumulado que nunca. Tanto así, que para participar a un concurso de cuentos cortos tuve que escribir uno en una madrugada (de frente y sin pausas, de 10 pm a 6 am) y adaptar otro escrito en el 2001 en menos de medio día. Necesitaría todo un equipo de amanuenses benedictinos...

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Y los incautos a la fecha son...