Tío Lucho,
El lienzo de tus sueños siempre fue infinito
Pero ahora tus pinceles no tienen límites para volar en él
Sobre cielos de cobalto
En un eterno amanecer malva y carmesí
Y a quienes dejas aquí con los pies clavados en la tierra
Ciegos a tanta arte y color
Sólo nos queda recordar la singularidad de tu ingenio
Y esa risa de profundidad insondable.
Tu leal discípulo y socio de utopías
Claudio
P.D. Fuerza de Oso!
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